2. La emblemática moral
El verdadero nacimiento del género se produce con Andrea Alciato, jurista de Milán, cuya obra Emblematum liber(1531) inaugura el libro de emblemas moderno. A partir de entonces, centenares de autores imitaron su modelo, uniendo lema, pictura y epigrama para transmitir enseñanzas éticas. EN la biblioteca vallisoletana conservamos varias ediciones, en concreto la de 1560 (que aparece con otros textos del italiano), la de 1608 en dos versiones, la comentada por Diego López de 1615, y la que contó con más difusión, la de Padua de 1621. A lo largo del siglo XVI y XVII los emblemistas adaptaron el emblema a la predicación y la educación moral, transformándolo en instrumento pedagógico. En estos libros, la imagen ya no solo deleita, sino que enseña: es un espejo de virtudes, un manual de prudencia y un teatro de ejemplos edificantes.
