Sebastián de Covarrubias nació el 7 de enero de 1539 en Toledo. Hijo de cristianos nuevos, perteneció a un selecto grupo de intelectuales toledanos del siglo XVI. Desde su infancia, fue educado en un ambiente humanista por su padre, Sebastian de Orozco, poeta y dramaturgo, y rodeado de grandes figuras como su tío, el arquitecto Alonso de Covarrubias. De esta forma, y junto a su hermano, Juan de Orozco y Covarrubias, autor del primer libro de emblemas publicado en España, tuvo acceso a las importantes bibliotecas humanísticas que poseía su familia en la ciudad.

Durante su adultez, demostró una clara vocación humanista, dedicando su vida a la fe y a las letras. Entre los años 1565 y 1573 estudió en la Universidad de Salamanca. Al finalizar sus estudios, ejerció como capellán del rey Felipe II, así como de consultor de la Inquisición. Durante más de treinta años, ejerció de canónigo en la Catedral de Cuenca, ciudad en la que falleció en 1613.
Covarrubias ha pasado a la historia por su labor como escritor y lexicógrafo, sobre todo por su Tesoro de la Lengua Castellana, el célebre diccionario castellano publicado en 1610, conocido por ser el primer diccionario general monolingüe en español. Asimismo, también escribió un Tratado de Cifras, una traducción de las Sátiras y Epístolas de Horacio, y una obra clave para la literatura emblemática titulada Emblemas Morales.
Esta última fue publicada por primera vez en Madrid en el año 1610, en la imprenta de Luis Sánchez (fl. 1590-1627). Precisamente, la Universidad de Valladolid conserva un valioso ejemplar de la primera edición en la Biblioteca histórica de Santa Cruz (U/Bc BU 09819).
El libro recoge un total de 300 emblemas, agrupados en tres secciones o centurias con 100 empresas cada una. Al final, un índice recoge todos los motes en orden alfabético, con su pertinente numeración dentro del texto. Cada hoja, presenta un emblema en el anverso con su correspondiente mote, inscrito en un pergamino junto a la pictura, y debajo el epigrama. En el reverso, la dedicatoria. Ambos lados, enmarcados por cuatro tacos xilográficos con motivos decorativos de corte clasicista.
Sebastián de Covarrubias dedicó Emblemas Morales a Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, I duque de Lerma (en la portada aparece un grabado con su escudo), el hombre más poderoso del reinado de Felipe III. En la dedicatoria, el autor anuncia que se trata de las primicias de sus trabajos “que van saliendo a la luz”, y que tras ellas publicará el Tesoro de la Lengua Castellana.
En la dedicatoria, se divisa que el autor creía plenamente en el poder y alcance de la literatura emblemática. En ella, afirma que su obra “ayudará a estender por lugares y tiempos el gran nombre” del Duque de Lerma y a conservarlo “tanto y mas que los costosos edificios y sobervias fabricas”. De esta manera, declara que el poder del ingenio y las palabras puede superar al de las construcciones más ambiciosas. Concluye la frase añadiendo que estas, es decir, las “sobervias fábricas”, “estan no menos sujetas al tiempo que las humildes casas”, introduciendo así la primera enseñanza moral del libro.
Bibliografía
Hernández Miñano, Juan de Dios (2015): Emblemas morales de Sebastián de Covarrubias: Iconografía y doctrina de la Contrarreforma. Murcia, Universidad de Murcia.
Guillermo del Olmo Ramiro





