
Juan Baños de Velasco y Acevedo (Miranda de Ebro, ca. 1610 – Madrid, 1682) fue un escritor, genealogista y militar español del Siglo de Oro. Bautizado en la iglesia de Santa María de Altamira, inició su carrera en el ejército y participó en la defensa de Barcelona en 1652, donde resultó herido. En 1679 fue nombrado cronista de Castilla y León, cargo que desempeñó hasta su muerte, y ejerció también como rey de armas, dedicándose a la investigación genealógica y heráldica. Su obra más célebre es L. Anneo Séneca ilustrado en blasones políticos y morales (1670), tratado emblemático en el que combina la filosofía estoica con una defensa de la nobleza hereditaria, entendida como transmisión de virtud y honor a través de los linajes. Su posición lo situó en el debate intelectual del Barroco sobre la relación entre sangre, virtud y legitimidad social.

L. Anneo Séneca ilustrado en blasones políticos y morales, y su impugnador impugnado de sí mismo (Madrid, 1670) constituye un ejemplo singular de la literatura emblemática y moralista del Siglo de Oro. En esta obra, Juan Baños de Velasco y Acevedo combina la tradición humanista con la emblemática barroca, proponiendo un diálogo entre la filosofía estoica de Séneca y las preocupaciones políticas y éticas de la monarquía hispánica de finales del siglo XVII.
El texto se organiza en torno a “blasones” políticos y morales —empleados aquí como emblemas—, cada uno de los cuales condensa un principio ético o una reflexión sobre el buen gobierno. Acompañados de extensos comentarios, los blasones permiten al autor defender la autoridad de Séneca frente a sus críticos, de ahí la fórmula polémica del subtítulo: su impugnador impugnado de sí mismo. La obra, por tanto, combina enseñanza moral con erudición filológica y argumentación política.



La presencia de grabados, retratos y láminas emblemáticas refuerza la unión de imagen y texto característica del género, asegurando una transmisión más eficaz de los preceptos morales y políticos. Baños de Velasco recurre a ejemplos de la historia antigua, referencias bíblicas y casos contemporáneos para subrayar la aplicabilidad de virtudes como la prudencia, la justicia, la templanza o la moderación tanto a la vida privada como al ejercicio del poder.
En un contexto de crisis de la monarquía católica, el libro refleja la aspiración barroca de integrar la filosofía moral clásica en la práctica política, presentando los blasones no como ornamentos, sino como instrumentos de formación ética dirigidos a la nobleza y a los servidores de la Corona.
Aunque menos conocida que otros tratados del período, la obra de Baños de Velasco constituye un testimonio valioso sobre la recepción del estoicismo en la España barroca y sobre la función pedagógica de la emblemática.
Julio Manuel Cubero Bujalance


