
A folio completo, representa a los 144.000 elegidos salvados: 12.000 por cada una de las tribus de Israel. El número 144.000, es un número natural que aparece tres veces en el Libro de Apocalipsis. Esta secuencia numérica es un lugar común en la simbología medieval que se repite en diversos movimientos religiosos cristianos y proviene de antiguos sistemas de creencias proféticas. Beato lo desarrolla como símbolo de perfección ya que resulta del cuadrado de 12, que a su vez contiene la trinidad y los tetramorfos. La miniatura se divide en 2 partes, rodeadas por un marco de agua con peces que representa el mar exterior conforme al esquema del Mapamundi (36v 37r), en cada una de las esquinas hay un ángel que sopla los vientos. En la parte superior un ángel que sale del sol (oriente) impone sobre las cabezas de los reunidos, que abrazan sus manos, el símbolo de la Cruz. En la inferior hay un encuentro de 2 grupos con palmas.
Después de esto, vi a cuatro Ángeles de pie en los cuatro extremos de la tierra, que sujetaban los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara el viento ni sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2.Luego vi a otro Angel que subía del Oriente y tenía el sello de Dios vivo; y gritó con fuerte voz a los cuatro Ángeles a quienes se había encomendado causar daño a la tierra y al mar: 3.«No causéis daño ni a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta que marquemos con el sello la frente de los siervos de nuestro Dios.» 4.Y oí el número de los marcados con el sello: 144.000 sellados, de todas las tribus de los hijos de Israel. 5.De la tribu de Judá 12.000 sellados; de la tribu de Rubén 12.000; de la tribu de Gad 12.000; 6.de la tribu de Aser 12.000; de la tribu de Neftalí 12.000; de la tribu de Manasés 12.000; 7.de la tribu de Simeón 12.000; de la tribu de Leví 12.000; de la tribu de Isacar 12.000; 8.de la tribu de Zabulón 12.000; de la tribu de José 12.000; de la tribu de Benjamín 12.000 sellados. 9.Después miré y había una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y el Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. 10.Y gritan con fuerte voz: «La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero.» (Apocalipsis 7, 1-10)