Con esta ilustración termina el libro IX. Infelizmente es una de las peor conservadas, habiendo perdido buena parte de la pigmentación. Se divide en tres bandas, ahora verde para el suelo, amarillo y azul para la bóveda celeste. A diferencia de buena parte de las ilustraciones el azul del cielo no se presenta en una franja horizontal, sino que con el cordero con el báculo de la cruz en el centro rodeado de estrellas, curva la franja ocupando (diríase empujando, desplazando con su majestad) el espacio central de la banda amarilla. En esta segunda banda se representa a la bestia y al diablo derrotados y cayendo hacia el fondo donde ya se encuentra el dragón serpentiforme. Alrededor de las tres figuras en desorden se encuentran tres cuerpos humanos, desnudos y decapitados.

14.Harán la guerra al Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes, y con él vencerán los suyos, los llamados y elegidos y que se mantienen fieles.» (Apocalipsis 17, 14)