
También una composición a toda página, dividida en tres niveles que permiten una lectura narrativa de arriba a abajo y de izquierda a derecha. La representación sigue fielmente el pasaje del Apocalipsis, con la particularidad de representar de manera muy realista los instrumentos que se citan. En la parte superior los ángeles reciben con las hoces y podaderas el mandato de Dios sobre un altar. Los trabajadores, de calzones cortos, manejan las hoces y guadaña de la siega y podones de la la vendimia ocupan el centro de la imagen que a su vez se divide con las tres franjas de color (naranja tierra, verde horizonte y rosado cuelo). En la parte inferior se representa junto a una puerta de herradura de una ciudad los ríos de sangre que manan de una prensa de tornillo en la que otro personaje (con la misma ropa y colores de los ángeles superiores) coloca los racimos que se descuelgan de la parte superior. Se completa con 2 caballos con sus arreos, usados como tracción y con textos en latín acompañando las imágenes.
14.Continuó la visión. Apareció una nube blanca y, sentado sobre la nube, uno como Hijo de Hombre, que llevaba una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano. 15.Salió del santuario otro ángel clamando con potente voz al que estaba sentado en la nube: «Mete tu hoz y cosecha, porque ha llegado el tiempo de cosechar y la cosecha de la tierra está en su punto.» 16.Y el que estaba sentado en la nube lanzó su hoz a la tierra, y la tierra fue segada. 17.Entonces un ángel, que también llevaba una hoz afilada, salió del santuario celeste. 18.Otro ángel, el que está encargado del fuego, salió del altar y gritó al que llevaba la hoz afilada: «Mete tu hoz afilada y cosecha los racimos de la viña de la tierra, porque ya están bien maduros.» 19.Entonces el ángel metió la hoz e hizo la vendimia, echando todos los racimos de uva en el gran lagar de la cólera de Dios. 20.Las uvas fueron exprimidas fuera de la ciudad, y del lagar brotó tanta sangre que llegó hasta la altura de los frenos de los caballos, en una extensión de mil seiscientos estadios.(Apocalipsis 14, 14-20)