
La última trompeta se dispone en una miniatura central adaptada a la imagen. El Ángel, con uno de los pies por fuera del marco, parece disponerse a salir de la ilustración. Con esta se cierra el quinto libro y empieza el sexto.
Tocó el séptimo ángel su trompeta; entonces resonaron grandes voces en el cielo: «Ahora el mundo ha pasado a ser reino de nuestro Dios y de su Cristo. Sí, reinará por los siglos de los siglos.» (Apocalipsis 11, 15)