La miniatura ocupa casi toda la página. En un marco elaborado se divide la escena en tres planos, definidos por franjas de color. Amarillo en la superior, verde en el centro y púrpura abajo. En la inferior, sobre este fondo oscuro, representado al abismo, se encuentra al diablo representado en forma humana a excepción de la cabeza, encerrado en un cepo o caja del que sobresalen manos, pies y cabeza. En el cuerpo de la figura y alrededor emanan líneas rojas que parecen dotar a la imagen de movimiento y agitación. Sobre esta se encuentra un ángel que en su izquierda sostiene una llave (parcialmente borrada) que apunta al suelo mientras que con la otra sostiene una soga con la que sujeta a la gran serpiente que se contorsiona y parece moverse por las 2 franjas.

1.Vi después a un ángel que bajaba del cielo llevando en la mano la llave del Abismo y una cadena enorme. 2.Sujetó al monstruo, la serpiente antigua, que es Satanás o el diablo, y lo encadenó por mil años. 3.Lo arrojó al Abismo, cerró con llave y además puso sellos para que no pueda seducir más a las naciones hasta que pasen los mil años. Después tendrá que ser soltado por poco tiempo. (Apocalipsis 20, 1-3)