Pedro de Magalhães Gandavo fue un cronista e historiador portugués que describió la “provincia de Santa Cruz”, que es el nombre que le dieron en un principio a Brasil. En esta obra describe animales y plantas desconocidas para los europeos. Llega a describir también un monstruo marino, la Ipupiara o “demonio de agua”, que según las descripciones medía 3,5 metros de altura, tenía pies con aletas, brazos largos y dientes puntiagudos. Era considerado enemigo de pescadores y lavanderas y el capitán Baltazar Ferreira consiguió acabar con él clavándole una espada. El cuerpo del animal fue expuesto para que los habitantes vieran que el peligro que rodeaba los mares había terminado.
La primera acepción de “Monstruo” en la RAE es “Ser que presenta anomalías o desviaciones notables respecto a su especie”. En la edición de 2001 lo recoge como “Producción contra el orden regular de la naturaleza”. Orden regular, como reglar, como estándar o “normalidad”, que no deja de ser un concepto estadístico. Lo que se desvía de la norma es, entonces, monstruoso. Procede del latín “monstrum” y a su vez del verbo monere, que significa “advertir, avisar”. En la Antigüedad la aparición de algo extraordinario que no siguiera las leyes de la naturaleza era interpretado como un aviso o advertencia de los dioses.Monstrum: El que nos muestra un supuesto estado de desorden. Emparentado con la bestia, escapa a las normas. En los márgenes de lo...
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Monstruos marinos (Hipupiara)
