La primera acepción de “Monstruo” en la RAE es “Ser que presenta anomalías o desviaciones notables respecto a su especie”. En la edición de 2001 lo recoge como “Producción contra el orden regular de la naturaleza”. Orden regular, como reglar, como estándar o “normalidad”, que no deja de ser un concepto estadístico. Lo que se desvía de la norma es, entonces, monstruoso. Procede del latín “monstrum” y a su vez del verbo monere, que significa “advertir, avisar”. En la Antigüedad la aparición de algo extraordinario que no siguiera las leyes de la naturaleza era interpretado como un aviso o advertencia de los dioses.Monstrum: El que nos muestra un supuesto estado de desorden. Emparentado con la bestia, escapa a las normas. En los márgenes de lo...

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Humanos monstruosos

Título: Histoires prodigieuses extraictes [de] plusieurs fameux aut[eurs] grecs & latins...
Autor(es): Boaistuau, P.
Fecha: 1560
Editorial / Editor: A Paris: Chez Hierosme de Marnes
Signatura: U/Bc BU 00341
Formato(s): Libro o monografía

Boaistuau reunió, bajo el nombre de “prodigios” una colección de siameses, fantasmas, supersticiones y partos extraños. El ejemplar fue concebido como un manuscrito con ilustraciones que Boaistuau regaló a la reina Isabel I en 1559 y que luego se imprimió.
Este grabado pertenece al “Horrible monstruo engendrado en estos tiempos, con la decisión de la cuestión de si los Diablos pueden concebir”. Se trata de un monstruo que, según la leyenda, fue concebido en Cracovia (Polonia). Lo describen con ojos de color de fuego, la boca y la nariz como un hocico de buey y un cuerno semejante a la trompa de un elefante. Por senos presenta dos cabezas de mono y, encima del ombligo, dos ojos de gato y, tanto en rodillas como en codos, sendas cabezas de perro. Las manos y pies son de cisne y tiene una larga cola.
Solo viviría 4 horas y su figura contribuyó al debate sobre si los diablos podían engendrar, pues una criatura tan horrible no podía haber sido generada por simiente humana.