La primera acepción de “Monstruo” en la RAE es “Ser que presenta anomalías o desviaciones notables respecto a su especie”. En la edición de 2001 lo recoge como “Producción contra el orden regular de la naturaleza”. Orden regular, como reglar, como estándar o “normalidad”, que no deja de ser un concepto estadístico. Lo que se desvía de la norma es, entonces, monstruoso. Procede del latín “monstrum” y a su vez del verbo monere, que significa “advertir, avisar”. En la Antigüedad la aparición de algo extraordinario que no siguiera las leyes de la naturaleza era interpretado como un aviso o advertencia de los dioses.Monstrum: El que nos muestra un supuesto estado de desorden. Emparentado con la bestia, escapa a las normas. En los márgenes de lo...

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El unicornio

Título: Matthaei Raderi e Societate Iesu Analecta tertiis commentariorum Curis, ad Martialem iam editis addenda
Fecha: 1628
Editorial / Editor: Coloniae Agrippinae: Apud Ioannem Kinckium, ad intersigne Monocerotis
Signatura: U/Bc 02201(2)
Formato(s): Libro o monografía

Los griegos llamaban monoceros a estas bestias descritas por Plinio el Viejo como animales “muy fieros con cuerpo de caballo, cabeza de ciervo, pies de elefante y cola de jabalí». Aunque hoy en día se cree que tanto esta descripción como la de Marco Polo, es la de un rinoceronte. En latín el monoceros se transformó en unicornio. Enciclopedias y bestiarios medievales recogen ilustraciones de unicornios y se dice que los dientes de narvales (cétáceos del Ártico y el Atlántico) se utilizaban como evidencia de la existencia de este animal. Se ha utilizado como símbolo de fuerza y crueldad pero también de castidad y pureza e incluso como encarnación de Cristo.