
Leviatán es el libro más conocido del filósofo político Thomas Hobbes. La obra justifica la figura del Estado absoluto. Hobbes transforma de forma ingeniosa la imagen bíblica de Leviatán en un emblema político. Se trata de un individuo gigantesco, imagen del monarca absoluto, formado por multitud de figuras humanas que domina un paisaje de cerros habitados. Corona la figura la frase del Libro de Job 41, 24: “Non est potestas super terram quad comparetur ei” No hay ningún poder sobre la tierra que se le pueda comparar. Hobbes estaba convencido de que la legitimidad de la monarquía y, especialmente la del Rey, provenía directamente de Dios, justificando de esta manera el poder absolutista que, según él, impondría la paz frente a los continuos conflicto entre ciudadanos (pues también defiende aquello de que el hombre es un lobo para el hombre).